viernes, 4 de enero de 2013

Defender la caza, o defender el acceso de los cazadores a practicarla


Hace apenas un par de meses pude leer la editorial de la revista Trofeo a cargo  de Israel Hernández Tabernero, director de la publicación. Dicho escrito se titulaba “el Gobierno nos escucha”[1] y su contenido ensalzaba el esperanzador compromiso del actual gobierno del PP con la caza. Un mensaje de optimismo para los cazadores alabando la importante labor de nuestro Gobierno hacia el colectivo cinegético que se resumía en la siguiente frase: “…En resumidas cuentas, podemos decir que, pese a la crisis, el sector cinegético se encuentra en un momento dulce gracias al fluido diálogo que hay entre sus representantes y el gobierno central…”. Un par de meses antes de esta desafortunada editorial pude leer un artículo publicado en Club de Caza cuyo autor era Luis Fernando Villanueva, Director de APROCA, y titulado “El futuro de la caza. Esperanza y desánimo”[2]  El mensaje era semejante, una ristra de alabanzas al Gobierno Central y Junta de Castilla la Mancha, ambos del PP, por haber realizado declaraciones a favor de la caza o haber emprendido algunas reformas legales en la legislación cinegética. En este caso la frase que recogía la esencia del artículo era: “…Ya conocen las clarísimas declaraciones de nuestro Ministro de Agricultura apoyando al sector cinegético día sí y día también…”
Teniendo en cuenta que la situación político-económica que vive el país está obligando a miles de cazadores a colgar la escopeta[3][4][5], leer que vivimos un momento dulce y de esperanza para la caza podría definirse como un ejercicio de frivolidad que roza el insulto. La sensación que a uno le queda al leer ambos artículos es que pareciera que cazar fuera gratis, pero no es así. Financiarse un coto, los desplazamientos en coche o la munición, implica que nuestra amada pasión sea impracticable para un padre de familia en apuros económicos o un joven desempleado. Si analizamos las políticas del actual Gobierno en materia de Medio Ambiente veremos que en su primer año redujo la inversión en dicho Ministerio en un 31 % [6]. Miles de empleos relacionados con la gestión del medio natural, prevención de incendios y conservación desaparecieron debido a estos recortes. Asimismo, la investigación en materia cinegética y conservación de la biodiversidad, ya de por si muy escasa, ha sufrido un golpe de gracia con la reducción de las partidas económicas habitualmente destinadas a este fin [7] . En Castilla la Mancha la tendencia es semejante. Los Cotos Sociales, terrenos públicos donde se facilitaba a los cazadores con menores rentas practicar la caza por poco dinero[8] , han sido eliminados y vendido su aprovechamiento a empresas privadas[9]. El mensaje es claro, si tienes dinero cazas, si no te buscas la vida. No contentos con estas medidas hace escasas semanas los cazadores castellano-machegos temblaron con una nueva pretensión recaudatoria del gobierno autonómico consistente un aumentar las tasas a los cotos en varios euros/ha. La medida no llego a aplicarse, pero la duda ofende[10]. Otro ejemplo de cómo dificultar la práctica de la caza lo ha llevado a cabo el Gobierno de Castilla y León, también del PP, subiendo la licencia de caza un 60 % esta temporada[11] .
Entonces por que se empeñan algunos articulistas en defender e incluso alabar a un partido político cuyo nepotismo ideológico desprotege el medio ambiente (es decir, los cotos) y provoca que miles de cazadores con escasos recursos económicos no puedan seguir cazando. Imagínense la cara del cazador despedido debido a las políticas de recortes cuando no pueda seguir permitiéndose costearse la caza pero le digan que se alegre, ya que la licencia interautonómica está por llegar, que luchan para que se pueda cazar en Parques Nacionales o que el ministro dice que la caza es fantástica. Todo apunta a que estos señores con marcada tendencia a alabar a gobiernos del PP, son víctimas de un fanatismo ideológico que les impide realizar un análisis fiel a la realidad. ¿Obvian que recortar en Medio Ambiente es hipotecar la caza o que empobrecer el país y promover los despidos es eliminar cazadores? La respuesta es NO. Estos tipos son muy conscientes de que muchos no han podido cazar esta temporada y menos lo podrán hacer la siguiente, sin embargo, defender la caza no es defender el acceso de todos los cazadores a practicarla. Aquí radica la cuestión principal. La mentalidad clasista imperante en estos individuos les impide inquietarse ante la imposibilidad económica de miles de cazadores para poder seguir cazando, sin embargo sufren por fascículos cuando los grupos ecologistas cuestionan la legitimidad de cazar. No defienden el campo, ni a los cazadores; defienden el derecho a cazar, solo el suyo[12] .