miércoles, 17 de agosto de 2016

A quienes defienden los cebaderos



A algunos nos contaron de pequeños que el paso del tiempo traía irremediablemente el progreso, pero la realidad es testaruda y nos demuestra que nada más lejos de lo que las películas y los deseos nos pretenden hacer ver. Así, el campo está cada vez más degradado y abandonado, la fauna cinegetica que vertebró nuestra afición venatoria es cada vez más escasa, y la sociedad española no da simbolos de tener menos miedo que vergüenza. En este orden de cosas, parece ser que algunos siguen defendiendo prácticas "cínegéticas" (por llamarlas de alguna forma) por el mero hecho de llenar algunos bolsillos y/o asegurar grandes perchas. Entre estas innobles, pero frecuentes, prácticas se encuentra  el uso de cebaderos para atraer tórtolas y palomas durante la Media Veda. Desafortundamente, algunos "aficionados" han abandonado la cueva de quien sisa y no quiere ser descubierto, por la defensa hueca y altiva de cebar animales para después darles caza, como si fuera una mera cuestión de opinión. En la mayoría de los casos el argumento esgrimido por estos sujetos está ligado a su propio interés personal. Es decir, se trata de aficionados que habitualmente usan los comederos como base para cazar tórtolas y palomas durante la Media Veda, con o sin ánimo de lucro. Aunque en este blog ya hemos hecho una amplia valoración [1] sobre lo que representan para la caza y la conservación de la tórtola los comederos, vamos a hacer una breve reseña de por qué consideramos que esta práctica debe ser extirpada de la venatoria lo antes posible.


 Caza social y ética venatoria


El uso de cebaderos en un coto concreto tiene un efecto substancial en las fincas colindantes. En la mayor parte de los casos, los cebaderos se llevan a cabo en fincas privadas. En los cotos sociales no existen los cebaderos, ya que nadie gasta dinero en tirar pipa durante semanas para que luego las tórtolas y palomas sean cazadas por cualquier paisano. Así, los cebaderos realizados en fincas privadas, tanto por vendedores de puestos como por pequeños grupos de amigos, atraen a las tórtolas y palomas de la zona, lo cual hace que en el resto de cotos la densidad de pájaros sea mucho menor. Cuando el uso de cebaderos era nulo o residual, hace apenas unos años, los pájaros se repartían por el territorio, y tórtolas y palomas se distribuían por los rastrojos de cualquier finca cercana a su área de cría. Solo los girasoles ubicados en zonas con poca superficie sembrada de este cultivo tenían capacidad para atraer una mayor densidad de aves hacia una finca determinada. Aquí las virtudes del cazador tenían su peso, y el que más tiempo dedicaba a conocer los pasos y querencias de las aves por su coto, mejores resultados obtenía durante la Media Veda. Por el contrario, si en la zona en la que se ubican cotos sociales hay cebaderos, quienes más tórtolas y palomas cazarán en esa comarca serán unos tipos que por lo común habrán recorrido centenares de kilómetros y abonado al menos 300-400 euros por puesto, mientras que el del coto del pueblo se preguntará por qué ve tan pocos pájaros este año. El dinero llena el morral, y al cazador del medio rural ajo y agua. Por cierto, ¿saben que dicen las Federaciones que tanto apelan a la caza social sobre este asunto? Nada.


Conservación y gestión del hábitat

La actividad cinegética tiene una serie de valores añadidos que benefician a las fincas en las que se práctica, que van desde la presencia de un grupo de personas interesadas en su conservación (evitar incendios, vertidos, furtivismo, etc.) a que ciertas medidas como la implantación de bebederos y siembras favorezcan a numerosa fauna autóctona. De esta forma, quienes apalabraban con el propietario o agricultores de su coto sembrar unos trigos y algo de pipa podían ver su esfuerzo de gestión recompensado durante la Media Veda, brindando además comida y refugio a toda la fauna cinegética del coto desde Noviembre hasta Septiembre. Sin embargo, con los cebaderos toda esta cuestión se desvanece. Con los comederos, la actividad cinegética deja de ser útil para la conservación del hábitat, ya que basta tirar grano por unos caminos durante mes y medio para perpetrar la faena. Eso sí, los gorriones y estorninos se darán el verano de su vida, todo un gesto conservacionista por parte de los organizadores.


Estado de conservación de la tórtola común


A ningún cazador con dos dedos de frente se le escapa que la tórtola ha sufrido un grave descenso poblacional durante los últimos años. De hecho, existen cada vez más voces que piden una moratoria de su caza en España, y son ya varias las CC.AA que han prohibido su aprovechamiento. En este sentido, es en los cebaderos donde se producen la mayor cantidad de tórtolas abatidas, tanto por la concentración de aves que allí se da, como por la ceguera con la que estos pájaros entran a estos lugares a comer. Así, mientras que las palomas torcaces son más gregarias y al sentir los tiros se dan la vuelta o entran a gran altura, las tórtolas siempre cumplirán a distancia de tiro, chorreadas y se adentrarán en el cebadero aun habiendo disparos en ese momento. Una mezcla explosiva que hace que hasta en los comederos en los que ponen los puestos muy próximos y la gente tira a todo, sean muchas las tórtolas abatidas. De los cebaderos bien organizados en zonas tortoleras ni hablamos, habiendo aún tipos sin escrúpulos capaces de colgarse 50-70 o 90 tórtolas en un día. Este tipo de cazandangas no son nadie sin cebaderos, y son los individuos que hoy están matando las 3/4 partes de las tórtolas cazadas en España. Así, las tórtolas capturadas en alguno de estos cebaderos equivalen a las abatidas en decenas y decenas de cotos sociales y de pueblo de sus alrededores, en los que apenas se producen algunas capturas esporádicas que acompañan a las torcaces. Es precisamente en los cotos sociales donde se práctica una caza de la tórtola compatible con su actual estado de conservación y donde difícilmente se llega a los cupos. Sin embargo en la mayoría de cebaderos los cupos jamás se respetan, ya que nadie está dispuesto a pagar entre 300 y 400 euros para cobrar 10 tórtolas. Por tanto, si queremos seguir cazando la tórtola habrá que mantener y defender exclusivamente su caza más tradicional y menos lesiva, priorizando la caza social por encima de los negocios y los caprichos de aficionados de baja alcurnia venatoria.




Legitimación social


Finalmente, conviene recalcar que el alejamiento entre el medio rural y urbano limita cada vez más la comprensión de ciertas prácticas tradicionales en una parte mayoritaria de nuestra sociedad. Para poder hacer entender el valor de la caza bien practicada hay que mostrar sus virtudes sociales, económicas y ambientales; y aun así no resulta fácil. Teniendo esto en cuenta, resulta bastante complicado explicar la ética y el sentido de la caza cuando algunos se dedican a atraer animales con cebo durante semanas a un lugar determinado para finalmente liarse a tiros con ellos. Si a esto le sumamos que la especie ha sufrido un descenso más que considerable y su aprovechamiento cinegético está en cuestión, ya dirán ustedes la imagen que damos los cazadores en conjunto cuando se habla de cómo cazan algunos las tórtolas. Defender la caza racional y tradicional es factible, y suma a mucha más masa social de la que aparentemente pudiera parecer. Pero cuidado, si en el actual contexto no abandonamos ciertas prácticas abusivas y vergonzantes perderemos valiosísimos apoyos, y lo pagaremos socialmente caro como colectivo.


Coherencia y futuro


Así pues, aviso a equidistantes e indiferentes. Si afirmamos que nos importa la conservación de la menor y la defensa de una caza sostenible y responsable, tenemos el deber de actuar en consecuencia. El uso de los cebaderos, particularmente en el caso de la tórtola común, debe ser prohibido y perseguido por las Consejerías de Medio Ambiente, ya que es su responsabilidad legal y política. Asimismo, quienes desde Federaciones y organizaciones venatorias dicen defender la caza social tienen la obligación moral de exigir dicha prohibición a las administraciones. Finalmente, quienes siguen participando en tiradas de tórtolas asociadas a comederos deberán hacer autocrítica y pensar en volver a cazarlas como se ha hecho siempre: al paso y con la incertidumbre de si habrá éxito o no. Si no lo hacen, que no nos pidan ir en futuras manifestaciones junto a ellos, no defendemos lo mismo.

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[1] La otra Media Veda y los anticaza. Blog Caza Crítica. http://cazacritica.blogspot.com.es/2013/09/la-otra-media-veda-y-los-anticaza.html





5 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo.
    La situacion de la tortola impone excluirla de las tiradas en cebadero, pero desde hace años, que deberia haberse prohibido.
    Buen articulo

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  2. No estoy de acuerdo. De nada sirve prohibir los cebaderos, lo que hay que hacer es respetar los cupos.

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  3. No estoy de acuerdo. De nada sirve prohibir los cebaderos, lo que hay que hacer es respetar los cupos.

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    1. Estimado peralta, cuando afirmas que lo importante es respetar los cupos no estás teniendo en cuenta ni la incapacidad de la administración para controlar las cacerías, ni los vicios que tiene nuestro colectivo a la hora de respetar los cupos. De hecho, para cazar lo que indican los cupos (5 tórtolas por la mañana y 5 por la tarde) no hace falta poner un cebadero, basta con vigilar los pasos y saber donde colocar un puesto. Y como todo en la vida, habrá cacerías en las que se sea escrupulosos con los cupos, pero la cuestión es que en la gran mayoría de ellas no se ha actuado así. Así pues, hay excepciones que confirman la regla. Lo que planteamos aquí es que si queremos defender la caza de la tórtola tendremos que ser nosostros los cazadores quienes llevemos la iniciativa, y conformarnos con cazarla como se ha hecho siempre ¿te parece poco?. Pretender legitimar los cebaderos nos llevará a la veda de la especie para todos. Nosotros lo tenemos claro. Saludos y gracias por comentar.

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  4. El tema cebaderos vale pero respetando cupos,por ejemplo en Andalucía no interesaría por las pocas tortolas que te dejan cazar pero ay amigo,dónde está el SEPRONA?,todavía no me he enterado de que hayan cogido a alguien y eso que se publican....

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